LO QUE APRENDEMOS... A VECES

Normalmente somos poco pacientes o poco tolerantes en nuestras relaciones. 

Bueno... los demás no sé... yo siempre lo fui

Poco pacientes con las diferencia o con lo que no se ajusta a esos cánones mas o menos impuestos por los demás o mas o menos inventados por nosotros mismos de lo que debe ser o como debe ser esa persona que nos enamore o nos fascine.

Y no hablo solo de lo físico, hablo también de lo químico y hasta de los comportamientos o de las costumbres de cada persona.

En los cuatro años que lleva conmigo, mi perro me ha enseñado mas de lo que he aprendido en cuarenta años de relaciones con personas... relaciones afortunadas, equivocadas, inventadas, fugaces, torpes...y a veces un poco desastrosas.

Con un perro hay cosas que no se pueden negociar, y hablo de perros porque es lo que yo tengo, pero valdría para cualquier otra especie de animal-mascota. 

Nuestros compañeros animales son así, y si no lo aceptas la relación no funciona. Puedes enseñarles cosas para que tu vida con ellos sea mas graciosa, mas divertida, mas funcional,... pero hay cosas que no se pueden cambiar. 

No puedes hacer que tu pero no huela a animal, no puedes hacer que tu perro no suelte pelo. Y esas u otras circunstancias que antes podrían haber supuesto una barrera difícil de salvar para continuar con cualquier otra relación,  de repente con tu mascota no necesitas negociarlas....simplemente las aceptas, las incorporas a tu universo y terminas disfrutándolas porque forman parte de ese ser, ese al que quieres y al que necesitas tener cerca.

Un día me di cuenta de esas cosas que Nano (mi perro) tenía y que no encajaban con esa vida ordenada, perfumada e impoluta (y solitaria) que tenia antes de que el viniera a casa. Esas cosas que el había incorporado a nuestra convivencia sin pedirme permiso... y me di cuenta de que me gustaban...o al menos no me molestaban. Porque esas cosas eran él, y me recordaban que estaba a mi lado.

Cuanto aprendemos de nuestras mascotas.... 

Ese día me pregunté... ¿porque no fui así de tolerante con mis parejas?... ¿por que no pude aceptar esas cosas que les definían y que llegó un momento en el que a mi me parecían obstáculos insalvables?...

No eran obstáculos...solo eran rasgos de ellos mismos

En este momento intento ir con pies de plomo a la hora de juzgar si algo del "otro" es algo que no puedo soportar....porque la mayoría de las veces no es verdad... seguro que  puedo.

pero claro....sigo en ello. Porque como diría Lucía en Mujeres al borde de un ataque de nervios....... 

"no estoy curada"