A LOS QUE NO SUPE QUERER
En estos días en los que tengo que permanecer encerrado en casa con mi perro y mis pensamientos me he dedicado a hacer limpieza…. después de dejar la casa limpia como los chorros del oro me sentí muy satisfecho, pero me he dado cuenta de que ese estado no dura demasiado… al día siguiente ya puedes encontrar polvo de nuevo.
También he intentado hacer limpieza en mi cabeza…. Esto es mucho mas difícil y mas laborioso que lo de limpiar la casa. Bueno… esto ya lo sabia.
Limpiar la cabeza no es algo que sepa hacer cualquiera… yo soy muy torpe en esas labores.
Casi todos cogemos el trapo de limpiar cabezas en algún momento y enseguida nos damos cuenta de que no estamos preparados para una tarea tan dura y tan complicada… debe ser por eso que hay profesionales especializados en ello.
Al igual que con la casa, la labor se complica si hace mucho que no has limpiado. La capa de polvo y mugre va aumentando y solidificándose y hay que rascar y frotar mucho mas.
Pero merece la pena dedicar un poco de tiempo y esfuerzo a dejar limpios tus espacios interiores, se respira mucho mejor… bueno… eso creo, porque sigo en ello.
Me he dado cuenta también que, aunque intentemos ser disciplinados con la limpieza, siempre hay rincones que nos dan mas pereza y que pasamos por delante sin empeñarnos mucho en limpiarlos…
Son esos rincones de difícil acceso, esas grietas donde es complicado meter el cepillo y en las que tienes que hacer un esfuerzo especial para atreverte a atacarlas… en mi cabeza hay alguno de esos rincones difíciles de sanear.
En estos días en los que la soledad se hace mas evidente que de costumbre pienso en las ocasiones en las que he tenido compañías especiales, personas con las que poder combatir esa soledad y pienso en como han ido desapareciendo.
Han ido pasando como las estaciones de un viaje en tren.
Pequeñas paradas en las que la mayoría de las veces miraba por la ventanilla de mi vagón intentado imaginarme como era la vida en aquel lugar pero que nunca me animaron a detener mi viaje y quedarme allí.
Hoy pienso que no fui del todo justo con esas paradas… quizás no fui paciente, probablemente no me interesé o no di la oportunidad de que se interesaran suficientemente, puede ser que la vanidad me tapara los ojos y me resultara mas cómodo sentirme extraño.
Por eso hoy quiero decir que siento haber sido torpe y no haber sabido descubrir, conocer, aceptar, escuchar, atender, esperar a…
todos aquellos a los que no supe querer.
Hoy he intentado meter el cepillo muy hondo en esos rincones y he tratado de limpiarlos.
He aceptado que todo eso que no creí haber hecho o dejado de hacer…. lo hice…. Y eso no me convirtió en una mala persona… simplemente me hizo seguir mi viaje…
Me hizo seguir solo… eso si.
Y cuando decides viajar solo estás donde quieres estar y siempre llegas a donde tienes que llegar…. Aunque a priori no sepas cual es esa parada.
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