SI ME PREGUNTAN



Si me preguntan si fui un niño feliz la verdad es que no sabría contestar...

Era yo... no sabia más. Por mucho que en ocasiones me preguntara por qué yo no tenía lo que tenían otros. 
Nada... no había vuelta de hoja... con eso me encontré y con eso fui saliendo adelante.

Desde el principio aprendí a tener algunas puertas cerradas... supongo que siempre cerramos alguna puerta para que las corrientes no nos dañen, para que nuestras zonas vulnerables estén a salvo.
Claro que si el lugar donde estás es de cristal de poco sirve cerrar puertas.

Fui un niño solitario... era una pieza rara y en el rompecabezas de mi infancia y mi adolescencia, no encontraba el lugar donde encajar así que me creé mi propio lugar. 
Un universo en el que sentirme cómodo... en el que disfrutar de una soledad asumida, tal vez esperando que apareciera ese espacio en el que poder estar. 

Y en ese lugar estuve cómodo durante años... ahí reía, soñaba, creaba realidades que me hacían sentir bien. Estaba solo... pero estaba bien.

Siempre fui bastante transparente. Esa transparencia me hacía evidente y esa evidencia indefenso, pero no sé por qué nunca me dio miedo.... daba un poco de vértigo, eso sí... pero no miedo. 
Tal vez eso me hizo imprudente, pero a pesar de los tributos que tenía que pagar por esa imprudencia nunca quise convertirme en otra persona. 

No sabía si me gustaba o no ser yo, pero nunca me planteé ser otro.

¿Que por que cuento todo esto?... pues supongo que porque hay que partir de tu propia soledad para empezar a hablar de la soledad en general.
tienes que aislarte para hablar del aislamiento... y salir de el para contar como ha sido.

Y porque este espacio es mi espacio y abro sus puertas de cristal para que entre el aire. 

Quiero hablar de NUDOS...pero será más adelante.



Comentarios

Entradas populares